Tener una web ha pasado de ser algo recomendable a necesario

Todavía recuerdo cuando hace ya años, tener una web propia era algo tan pintoresco y extraño, que más que una herramienta comercial o de marketing era un sello de identidad. Se juntaban dos factores.

Era francamente complicado crear webs, al menos en comparación con lo que es hoy en día y eso provocaba a su vez una escasez de profesionales que ofrecieran ese servicio. Si era complicado crearlas, más complicado comparativamente era actualizarlas. Imaginad tener que crear una web en HTML desde cero, teniendo que poner estilos en cada elemento porque no existía CSS y subir todo de nuevo (con una línea de 56kbps en vez de 600Mbps como hoy hay en muchas casas). Si esto fuera un mercado, esto afectaba gravemente a la oferta. Es decir, a la cantidad de webs disponibles. Hoy en día el diseño web es mucho más potente y versátil.

Por otro lado, había mucha menos demanda. El común de los ciudadanos leía periódicos a papel, buscaba información comercial en las Páginas Amarillas y veía anuncios en televisión. Pocos accedían a Internet y los que lo hacían tenían un perfil mucho más profesional. Hoy en día las cosas han cambiado radicalmente. Los periódicos a papel están sufriendo una crisis que poco los va dejando sin lectores. Las Páginas Amarillas se editan pero son algo mucho más testimonial y la televisión sigue ofreciendo anuncios pero, cada vez más se ve streaming bajo demanda estilo Netflix y se interactúa a la vez con el móvil. Digamos que ahora, donde todo el mundo y donde todo el mundo te encuentra es en Internet.

Pasamos al siguiente factor: la universalidad de los sitios web. Y es que todo el mundo que quiere estar en Internet además de una web, tiene otras muchas opciones disponibles. Veamos algunas de ellas:

  • Puedes tener una app para el móvil, pero ¿para Android? ¿Para iPhone? Aparte que instalar una aplicación es más que visitar una web, implica instalar algo externo en tu teléfono
  • Puedes tener perfil en Instagram pero, hoy es Instagram, antes era Facebook y mañana no sabemos qué será, aparte de que nunca llegas a tener el control de ese tipo de perfiles o páginas en plataformas externas
  • Lo que siempre queda y quedará, será una web

Y  es que el tiempo pasa, y todos al final de una forma u otra accedemos, aparte de a redes sociales, a correo, o a diferentes apps en el móvil al navegador web. Ya sea Google Chrome, Safari, Microsoft Edge o Mozilla Firefox; o ya sea desde un equipo de sobremesa en la oficina, desde la tableta enfrente del televisor o desde tu móvil en el autobús.

Y es que si quieres que te lean, que te vean y que sepan qué haces o qué vendes; necesitas al menos, tener una web.1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)

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