Llegó el momento. Esta es la primera entrega del curso que no es introductoria. Empecemos, estaremos leyéndonos unas cuantas semanas o incluso meses, todo dependerá del feedback que dejéis vía comentarios, o de forma más silenciosa, en las estadísticas del Analytics.
Yo mismo o el resto
En la sociedad actual, todos pasamos por una fase de escolarización que puede ser más o menos larga. Posteriormente o a la vez, llega la fase laboral. ¿Qué significa eso? Vas a invertir parte de tu tiempo y de tu esfuerzo en conseguir unos réditos económicos. Básicamente tenemos dos opciones:
[pullquote]Cuando hablamos de emprender, hablamos de crear una iniciativa propia, de carácter privado, de forma solitaria o cooperando con otros socios, con la idea de ofrecer un producto o servicio al mercado, del que sacar un beneficio económico o de otro tipo.[/pullquote] Trabajar para uno mismo.
Comenzando a emprender: tres fases
Existen multitud de formas legales, posibilidad de financiarse o de no financiarse, existen multitud de ideas, de productos, de servicios, de mercados a los que enfrentarte, de formas de poner tu modelo de negocio en un papel para que el resto lo vea, pero todos los que emprenden y emprendemos, pasan por tres fases básicas.
Descubrir una oportunidad
El mercado está lleno de consumidores. Compran ropa porque tienen necesidad de hacerlo. Compran casas porque tienen necesidad de hacerlo. Envían mensajes de WhatsApp porque tienen necesidad de hacerlo. No vamos a entrar estudiar en profundidad el por qué de cada necesidad ni el grado de necesidad que existe. Pero lo que está claro es que hay necesidades.
Y muchas de ellas se cubren de forma precaria, de forma cara o directamente, no se cubren. Ahí está tu oportunidad.
Existe una necesidad: creo el producto o servicio que la satisface
Ya tenemos claro que existen necesidades que satisfacer. Te lías a darle vueltas y llegas a una conclusión «haciendo tal esto» u «con esta otra cosa y haciendo esto a la vez» el público no tendría ese problema y seguro que les hago la vida más fácil. Por lo tanto, estarían dispuestos a pagarme (este punto es importante, haré hincapié en él a lo largo de este curso).
¿Por qué no lo ha hecho alguien antes? Eso es la competencia.
Lo llevo a la práctica
[pullquote]Ya tienes todo: sabes qué hace falta y sabes cómo resolver el problema[/pullquote]. Sabes por qué vas a entrar en el mercado, qué te hace ser mejor que el resto y llega el momento decisivo, pasar tu idea a una realidad tangible si es un producto o intangible si es un servicio. Vas a llevar tu idea a la práctica y vas a entrar en el mercado.
Llegar a este punto no es fácil. De hecho ahora es más difícil que antes, cuando no existían los emprendedores y sin embargo, aunque no tengo estadísticas, diría que hay más productos y servicios nuevos en el mercado que hace unos años, lo que complica aún más las cosas. Pero nadie dijo que iba a ser fácil.
Los hay como Juan Corbera que centran parte de su discurso en hacer énfasis en la dificultad y no le quito razón. Yo lo diré, pero no lo destacaré, las cosas difíciles con ganas y optimismo se superan y para eso estamos en este curso.
Nos vemos en la siguiente entrega.
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